sábado, 28 de enero de 2012

Ahora siento todos los besos que no te di.

52 kilos de carne vaguean por su cama mientras su preciosa cabeza piensa de nuevo en él, parece que este invierno no sabe hacer otra cosa, supone que en unos cuantos días tal vez semanas se le borraran los pensamientos malos y las caras largas, pero parece ser que ese momento no llega. Únicamente la vi sonreír mientras miraba esas palabras bonitas que él le solía decir hace tiempo y  sus mil fotos una y otra vez. Ojala hubiera nacido aquel año que el hombre piso la luna y salio una nueva marca de detergente, un negrito del África tropical hizo el primer anuncio de cola-cao y llegaron las lavadoras, en ese año el amor no creo que doliera menos pero al menos no habría conocido a su príncipe de ojos oscuros, el que ahora parece ser su mejor caricia, su peor silencio y su beso mas sincero.

Y ahora si quiera se atreve a decirle cuanto lo siente y lo mucho que necesita de nuevo un pedacito de su cielo.