En realidad si lo tuvieras todo no seria tan apetecible, si lo tuvieras todo querrías más, pero no lo tienes y aquello que no tienes resulta tan atractivo tan dulce, como si fuera un pequeño pastel lleno colores, solo es un pastel, simplemente hay que morder. PERO NO.
Te que das con ese quiero dentro para no hacer daño a quien quieres.
Y eso te revienta el hígado como como si te lo estuvieran pateando, y es que estaría tan bien poder comer ese pastel.
Que asco de fruta prohibida, lleva a una a la locura.
Aunque sabes que después te espera el castigo eterno es tan dulce tu crimen que mas quisieran los Dioses.
Cagomeeneldeseoyellistodemierdaqueloconvirtióenpecado.